Vico y el duende

Esta historia es sobre un niño del cantón Pelileo donde se creía que pasada las seis de la tarde el duende el hijo del diablo aparecía; un día Vico se quedó jugando canicas hasta muy tarde y como era de esperarse se le apareció el duende le pidió una partida de canicas cuando terminaron quedaron en encontrarse la siguiente noche, los dos cumplieron pero esta vez al final el duende se estaba llevando el alma de Vico pero por suerte de el apareció su abuelita y lo salvó, desde hay Vivo ya no se queda hasta tan tarde jugando.

Almita en pena

En Cayambe acaba de morir un niño y por creencia popular dicen que los niños van directo al cielo.
Las campanas de la iglesia sonaban y todos los familiares lloraban y lloraban; el tío del fallecido vio que el hermanito menor de el le ponía unos caramelitos en la mano el le pregunto porque lo hacía, le dijo que porque a el le gustaban los caramelos, el tío muy sorprendido cogió unas lagañas del perro y se las froto en los ojos de el y de su sobrino.
Los dos fueron a ver el cadáver y vieron una mancha que trataba de entrar en el cuerpo pero no podía.
Los dos para que el almita del niño descansara en paz se llevaron toda la ropa del fallecido y la tiraron al rio los dos fueron viendo como la manchita iba subiendo poco a poco.

La cruz de la carretera

Una serie de accidentes de buses interprovinciales habían ocurrido en la carretera Pichincha, Cotopaxi pasadas las seis de la tarde.
Tras investigaciones policiales identificaron que los accidentes habían sido provocados por un ser del mas allá.
Victimas del accidente afirman haber visto una mujer parada en medio de la carretera en el momento del accidente, con un vestido de novia.
Los familiares tuvieron que hacer un entierro con la chica y clavar un cruz en la carretera para que el alma descansara en paz.

El aparecido del costal

Cuenta la gente que hace muchos años existió un hombre llamado Mariano, el era un hombre muy curioso y un día en una feria de su pueblo le pareció conocido, cuando el hombre se alejaba Don Mariano le empezó a perseguir el hombre llevaba un raro costal y cada paso que daba cogía un puñadito de tierra en medio de escuchó unos gritos que venían de la feria, un toro se había escapado, a Don Mariano no le importo pero de repente el toro le estaba clavando los cuernos, el hombre raro se acercó a cadáver y cogió el ultimo puñadito de tierra; ese hombre misterioso era el mismo Don Mariano pero en calavera que estaba recogiendo todos sus pasos.

El tren negro

En el limite de la
provincia de
Tungurahua y Cotopaxi
en la laguna de Yambo; Existió una locomotora muy antigua la decían el tren negro porque era muy viejo.
Un viernes santo de lluvia mientras hacia el recorrido de las tardes de Quito a Riobamba, y por la grandes lluvias se provoco un gran derrumbe y tapo la vías del tren; los obreros trabajaron todo el día para despejar la carretera y los pasajeros solo pudieron acomodarse en sus vagones hasta el anochecer.
El tren pasó pitando por Salcedo antes de las once de la noche, pero al llegar a la laguna de Yambo, donde las inmensas cantidades de lluvias habían arrastrado gran cantidad de lodo a los rieles entonces se escuchó un estruendoso ruido. Los pasajeros que dormían fatigados se despertaron por el estruendoso ruido que provoco el viejo tren y también porque el tren se precipitaba al vacío.
Si algún día llegas a pasar por la carretera de la laguna de Yambo a las once de la noche vas a escuchar los horripilantes gritos de los pasajeros y el pito del tren negro.

La viuda

En el antiguo Guayaquil en las calles de Rocafuerte y Junín unas calles muy transitadas por los trasnochadores del sector, se cuenta la historia de que al señor Aquiles Avilés todas las noches salía a tomar con sus amigos y llegaba a muy altas horas de la noche.
Un día el empezó a gritar que deceaba una mujer; de repente apareció una bella dama ella llevaba un largo vestido negro y un pañuelo negro que le cubría la cara.
Aquiles la empezó a perseguir y decirle todos los piropos más hermosos que se sabía.
La dama se detuvo y se dio la vuelta Aquiles muy emocionado empezó a correr y la alcanzó; la dama le preguntó con una tierna voz : ¿Qué quiere de mí? Aquiles le respondió: Solo un beso; entonces los dos se acercaron y cuando Aquiles rozó sus labias sobre los de ella sintió una sensación nauseabunda y asquerosa. El se separó de la dama y observó que había mutado a una calavera, Aquiles corrió a su casa y toda su familia se levanto al escuchar la puerta, la mamá de Aquiles le preguntó que había pasado y el le contó toda la historia y la mamá se santiguo y le dijo que era la viuda que le iba a llevar.

El chuzalongo

Se dice que vive en la serranía ecuatoriana, es mitad hombre, mitad animal que aparece pasada las seis de la tarde.
Un día un arriero que iba siempre a la montaña a traer leña, se le escapó su burrito debido a que se tropezó con una madriguera y pegó un grito que el burrito se asustó y se escapó.
Pasó todo el día buscando y ya estaba oscureciendo de repente escucho a su burro relinchar lastimeramente. Cuando estaba llegando al lugar donde provenían los ruidos pudo divisar a lo lejos una figura mitad humana, mitad animal, que cada vez se iba acercando mas y mas.
Cuando lo pudo observar de cerca vio que era el famoso chuzalongo; la extraña figura parecía que quería ropa para ocultar su desnudo cuerpo, el se saco la chompa y la camiseta, el chuzalongo se la puso y lo siguió atacando se le ocurrió la magnifica idea de sacarse el pantalón y poner una basta al reves: el joven arriero lo tiro muy lejos y aprovechó para escapar.