La mano negra

•Se cuenta que en tiempos de la colonia el diablo entró al templo de San Francisco de Quito enojado, ya que el sacramento bautismal le estaba restando almas y decidió derramar el agua bendita de la pila. No pudo hacerlo ya que al topar el agua bendita su mano se carbonizó y se desprendió del brazo, quedándose al fondo de la pila donde no pudo recuperarla, desde allí anda suelta ennegrecida con las uñas largas aterradoras.
•En una ocasión la mano del demonio se presentó a uno de los estudiantes del convento de San Francisco llamado Antonio, que era vanidoso en extremo y poco humilde. A pesar de las recomendaciones del Padre Superior de rezar por nueve días y pedirle que se arrepienta de corazón la mano negra no dejó de perseguir a Antonio especialmente en las noches.
•Finalmente el Padre recomendó seguir hacia donde la mano le guiaba, todos acompañaron a Antonio con rezos y con velas encendidas hasta que llegaron a la entrada de la capilla de Villacís, se detuvieron frente a la cripta, se abrió la puerta y la mano negra entró allí, temblando de miedo entró Antonio se cerró la puerta inmediatamente, a pesar de rezar toda la noche la puerta no se abrió; al día siguiente pudieron entrar a la cripta y no lo encontraron, la mano negra se lo había llevado al infierno.